La Paz, Bolivia

La comunidad de Arumthaya acogió a 62 persona que fueron parte del curso de Guías de Turismo de Aventura diseñado para fortalecer sus habilidades y capacidades con 30 horas académicas. 

El curso se enfocó en capacitar tanto aspectos teóricos como prácticos, se enfocó en varios módulos clave, incluyendo prácticas ambientalmente responsables, la promoción de la economía local y el entendimiento de la interacción entre la sociedad y las comunidades locales. Además, se impartieron habilidades cruciales en manejo de emergencias y primeros auxilios, adaptados específicamente a entornos naturales.

La comunidad de Arumthaya acogió a 62 persona que fueron parte del curso de Guías de Turismo de Aventura diseñado para fortalecer sus habilidades y capacidades con 30 horas académicas. 

Este evento fue posible gracias al apoyo del proyecto ORBITA, implementado por SDSN Bolivia y la Fundación IES. Lykke Andersen, directora ejecutiva de SDSN, destacó la importancia de impulsar y apoyar al sector turístico como un paso fundamental para alcanzar estándares internacionales y generar ingresos complementarios para quienes trabajan en este campo.

El objetivo principal del curso fue “elevar el nivel de profesionalismo en el turismo de aventura, asegurando que todos los guías estén equipados con los conocimientos y habilidades necesarios en primeros auxilios, técnicas de senderismo avanzado, navegación y, por supuesto, prácticas de turismo sostenible. Buscamos crear un estándar de excelencia que no solo garantice la seguridad de los turistas, sino que también proteja y conserve nuestros preciosos ecosistemas” dijo Daniel Zaconeta, director de Academia Aventura.

Los cursos se realizaron en el “Valle de los Gigantes”, en la comunidad de Arumthaya. Para Duglas Ardiles, responsable del emprendimiento del Valle de los Gigantes, ser parte del curso le permite mejorar el proyecto que están llevando a cabo. “Nosotros les hemos abierto las puertas para que hagan aquí sus prácticas y también para saber qué tipo de actividades y herramientas necesitamos para ofrecer”, expresó Ardiles.

La capacitación fue muy favorable para guías independientes, así como para reforzar a los guías de emprendimientos de turismo comunitario. Carlos Alfaro, quien dirige un emprendimiento en Payuyo, Tarija, señaló cómo el curso lo ayudará a mejorar sus rutas de trekking, prevenir accidentes y fortalecer los procedimientos de emergencia.

Miguel E. Macuchapi Yana, responsable de Astucopecha, un emprendimiento de turismo comunitario en Escoma, resaltó la importancia del curso para fortalecer el turismo de aventura en su área, destacando el potencial de dos islas inexploradas como futuros destinos turísticos.

Además, la participación femenina en el curso fue notable, con 22 mujeres presentes. Personas como Victoria Mejía, de 65 años, demostraron su pasión por el turismo de aventura y su convicción de que las mujeres tienen un papel fundamental en este campo. Karina Herrera, otra participante, compartió su motivación para ampliar sus conocimientos y contribuir al turismo sostenible en su región.

En resumen, este curso no solo fortaleció las habilidades de los guías de turismo de aventura, sino que también destacó el compromiso de las comunidades locales y las organizaciones en la promoción de un turismo responsable y sostenible en Bolivia.

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