15 de mayo de 2024
Este artículo es un resumen del trabajo de investigación liderado por Valeria Murillo Mendieta, afiliada del Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales (CIEE) quien fue seleccionada como ganadora de la Segunda Convocatoria de ORBITA para el Financiamiento de Tesis Sobre Turismo, Género y Desarrollo Sostenible en Bolivia.
Introducción
Las brechas salariales de género son un problema arraigado en la economía global, que persiste a pesar de avances legislativos y sociales. Estas disparidades afectan negativamente al mercado laboral, el bienestar individual y la economía en general, exacerbando las inequidades de género.
El Índice Global de Brecha de Género en América Latina y el Caribe para el año 2023 muestra que Bolivia se posiciona en el lugar 13 a nivel regional y en el puesto 56 a nivel global, con un puntaje de 0.730 (Foro Económico Mundial, 2023). Comparativamente, Nicaragua encabeza la lista regional con el mejor desempeño, clasificándose en el puesto 7 globalmente y con un puntaje de 0.811, destacándose como el país con la menor brecha de género en la región. En contraste, Guatemala se sitúa en el último lugar de la lista regional, ocupando el puesto 117 a nivel mundial y con un puntaje de 0.659, indicando una brecha de género más significativa. Bolivia, por lo tanto, se encuentra en un punto intermedio dentro del espectro regional, superando a varios vecinos como Ecuador y Paraguay, pero aún detrás de líderes regionales como Nicaragua y Costa Rica.
El turismo representa el 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia y constituye una industria generadora de empleos, especialmente para las mujeres, quienes representan el 80.34% de la fuerza laboral según los datos de la Encuesta de Hogares 2021. Es por este motivo que el presente estudio se enfoca en identificar las causas de las brechas salariales y la inserción laboral de las mujeres en este sector, con el objetivo de destacar las regiones con menores disparidades salariales y así ofrecer estrategias para promover una industria turística más equitativa en Bolivia. Para este fin se analizaron los datos de la Encuesta de Hogares 2021.
¿Cuáles son las características sociodemográficas de las personas empleadas en el sector turístico?
En el análisis de grupos etarios, los datos muestran una presencia más significativa de jóvenes entre las edades de 18 y 25 en el caso de los hombres, representando un 26.14%, mientras que para las mujeres, el grupo con mayor porcentaje es el de 26 a 35 años, con un 22.99%. Esto sugiere que los hombres tienen una mayor representación en el grupo más joven, mientras que las mujeres predominan en un grupo ligeramente mayor. Además, es notable que para ambos géneros, las proporciones disminuyen conforme aumenta la edad, siendo los grupos de edad avanzada (mayores de 65 años), los menos representados, aunque todavía mantienen un porcentaje considerable, especialmente entre los hombres con un 12.88%.
En el ámbito educativo, se observa que en el mercado laboral del sector turístico hay más mujeres con niveles bajos de educación en comparación con los hombres, que cuentan con niveles de educación superior (ver Gráfico 1). Por otro lado, se destaca que el 70.8% de las mujeres del sector cuentan con experiencia laboral, en comparación con el 28.2% de los hombres.
Gráfico 1: Nivel educativo de hombres y mujeres en el sector turístico
Fuente: Elaboración propia en base a la Encuesta de Hogares 2021
Por otro lado, en el gráfico 2 se identifica que el 76.5% de las mujeres que son jefas de hogar y trabajan en el sector turístico tienen en su mayoría entre 1 a 3 hijos. Igualmente, se observa que un 11.8% de las mujeres tienen más de 5 hijos. Esta variabilidad en el número de hijos sugiere que las experiencias de estas mujeres son diversas y complejas. Investigar más sobre cómo estas mujeres manejan su tiempo podría revelar cómo equilibran sus responsabilidades laborales con la crianza de sus hijos, especialmente en un sector que a menudo requiere horarios inusuales y puede ser estacional. Además, podría arrojar luz sobre los apoyos sociales y estructurales que facilitan o dificultan la gestión de estas responsabilidades, como el acceso a cuidado infantil o la flexibilidad laboral.
Gráfico 2: Distribución de la cantidad de hijos en las mujeres trabajadoras del sector turístico
Fuente: Elaboración propia en base a la Encuesta de Hogares 2021.
En cuanto a la formalidad laboral, la mayoría de las mujeres se encuentran empleadas en empresas pequeñas y cuentan con seguro de salud público (77.38%), una situación que contrasta con la de los hombres, donde el 61,36% tiene seguro público. Igualmente se observa que el porcentaje de hombres sin ningún seguro de salud es mayor al de las mujeres (ver Gráfico 3), lo que sugiere que posiblemente estén en el sector informal.
Gráfico 3: Seguro de salud para hombres y mujeres en el sector turístico
Fuente: Elaboración propia en base a la Encuesta de Hogares 2021.
- Factores que influyen en la probabilidad de estar empleado en el sector turístico por tipo de región
Antes de analizar las diferencias salariales, se identifican los principales factores que influyen en la probabilidad de estar empleado en el sector turístico mediante el modelo de Heckman. En el Altiplano, factores como la experiencia laboral y el tamaño de la empresa influyen en la probabilidad de empleo en el sector turístico. En la zona de los Valles, se observa que variables como la edad, el nivel de estudios y el estado civil (casada) tienen efectos significativos en la probabilidad de empleo. En el Oriente, se observa una correlación negativa entre la experiencia laboral y la probabilidad de trabajar en el sector turístico. Esto implica que a medida que aumenta la experiencia laboral, no necesariamente aumenta la probabilidad de encontrar empleo en este sector. Por otro lado, se evidencia una relación positiva entre el nivel educativo y la probabilidad de empleo, lo que indica que a medida que aumenta el nivel educativo, aumenta la probabilidad de estar empleado en el sector turístico.
Sin embargo, en todas las regiones, los factores que influyen en la probabilidad de trabajar en el sector no explican las variaciones salariales entre ellas. Esto sugiere que otros elementos no considerados en el modelo, posiblemente relacionados con el contexto económico específico de la región o características personales no observadas, desempeñan un papel crucial en la determinación de los ingresos.
Si se considera únicamente a las mujeres frente a esta probabilidad de inserción laboral en el sector turístico, se encuentra que la educación, el tamaño de la empresa, el estado civil (casada) y el seguro de salud son factores determinantes. Sin embargo, la relación negativa entre el nivel educativo y el empleo en turismo podría reflejar preferencias laborales o la falta de oportunidades en el sector. La influencia positiva de contar con un seguro de salud y el estado civil sugiere una búsqueda de estabilidad laboral y beneficios adicionales. En algunas regiones, como los Valles y el Oriente, se ha notado que la relación entre la experiencia laboral y las oportunidades de empleo en turismo no es directa todo el tiempo. Esto significa que hasta cierto punto, cuanto más experiencia tenga una persona, más fácil será que encuentre trabajo en el sector turístico. Sin embargo, después de alcanzar ese nivel de experiencia, seguir acumulando años de trabajo no necesariamente incrementa las chances de conseguir empleo en esta área.
¿Cómo varían las brechas salariales en el sector del turismo por regiones en Bolivia?
Mediante la aplicación de la descomposición por cuantiles de Machado y Mata (2005) que permitió obtener la brecha salarial por género del sector turístico en diferentes cuantiles de ingreso, junto con la descomposición de Oaxaca-Blinder y el modelo de Heckman que corrigen el sesgo de selección, se analiza la probabilidad de la inserción laboral en el sector siendo mujer. En base a ello se evidencian las diferencias en ingresos entre hombres y mujeres.
El gráfico 4 muestra cómo varía la diferencia de salarios entre hombres y mujeres en tres regiones: Altiplano, Valles y Oriente. Los ingresos se dividen en tres cuantiles o grupos: bajo (0.25), medio (0.50) y alto (0.75), como si se ordenaría a las personas en filas dependiendo de cuánto ganan.
En el grupo de ingresos bajos, las mujeres del Oriente y los Valles ganan significativamente menos que los hombres (la brecha es mayor) comparados con las mujeres en el Altiplano, donde la diferencia es menor. A medida que nos movemos hacia el grupo de ingresos medios, la diferencia de salario entre hombres y mujeres en el Altiplano y Oriente se reduce. Pero en los Valles, la diferencia se hace más grande — las mujeres ganan aún menos en comparación con los hombres que en el grupo con ingresos bajos. Finalmente, en el grupo con ingresos altos solo se identifica una brecha salarial en los Valles, a diferencia del Altiplano y Oriente donde las mujeres ganan más que los hombres.
Gráfico 4. Brecha salarial a por cuantiles de ingreso, según región
Fuente: Elaboración propia en base a la Encuesta de Hogares 2021.
En resumen, la brecha salarial entre hombres y mujeres varía según la región y el nivel de ingresos, siendo más grande en los niveles de ingresos bajos en el Oriente y los Valles. A medida que el nivel de ingreso aumenta, esta brecha tiende a disminuir en todas las regiones (en menor medida en os Valles). Esto muestra la importancia de investigar sobre las razones por las que existen diferencias salariales entre regiones.
Entonces, ¿las brechas salariales en el sector del turismo se explican por discriminación de género o por las diferencias en otros atributos de los profesionales?
El análisis de la información proporcionada revela diferencias regionales significativas en la brecha salarial y la participación laboral en el turismo boliviano. En el Altiplano, la educación y la experiencia laboral muestran una influencia positiva en los ingresos en el primer cuantil (ingresos bajos), aunque la experiencia muestra que inicialmente cuanto más tiempo se lleva trabajando, más dinero se gana; pero después de un tiempo, trabajar años adicionales no significa ganar mucho más. En la región de los Valles, el estado civil (casada) y a mayor edad y experiencia generalmente ayudan a ganar más dinero en el grupo de ingresos más bajos; lo cual no sucede en los grupos con ingresos más altos. En cambio, en la región del Oriente, la edad, la experiencia y el estado civil no parecen afectar mucho los ingresos. Esto sugiere que hay otros factores no considerados que podrían estar influyendo en los ingresos.
Los modelos de Heckman aplicados al Altiplano, los Valles y el Oriente, indican que la experiencia laboral y el tamaño de la empresa son factores relevantes en la probabilidad de empleo en el sector turístico y, en general, la edad y el nivel de estudios tienen efectos positivos en la probabilidad de estar ocupado. Sin embargo, no explican de manera efectiva las variaciones en los niveles de ingreso.
El análisis de las brechas salariales entre regiones revela que estas disminuyen o se revierten en el cuantil más alto de ingresos. Sin embargo, en el caso del Oriente, se evidencian diferencias estructurales en el mercado laboral o en las políticas regionales de empleo, dado que la brecha es negativa, lo que indica que las mujeres ganan más que los hombres en esta región.
En conclusión, la brecha salarial y la participación laboral femenina en el turismo en Bolivia varían notablemente entre regiones y cuantiles de ingreso. Los resultados sugieren que políticas específicas de formación, sensibilización y promoción de la igualdad de género podrían ser necesarias para abordar estas disparidades de manera efectiva.
Referencias
- Foro Económico Mundial. (2023). Índice Global de Brechas de Género 2023.
- Heckman, J. 1979. “Sample selection bias as a specification error”. Econometrica 47, pp. 153-161.
- Machado, J. F., and Mata, J. 2005. “Counterfactual decomposition of changes in wage distributions using quantile regression”. Journal of Applied Econometrics 20, pp. 445- 465.