Durante la actual pandemia del COVID-19, la mayoría de los países del mundo no ha logrado implementar medidas precisas para realizar pruebas, localizar contactos y mantener en cuarentena a las personas enfermas e infectadas con el virus. En cambio, los países han implementado estrategias bastante drásticas y desesperadas encerrando a gran parte de la población durante varias semanas

Obviamente, esta última no es una estrategia sostenible, y muchos países están comenzando a dejar que las personas salgan de sus hogares, sabiendo muy bien que el virus aún existe, por lo que la apertura inevitablemente conducirá a mayores tasas de contagios y número de muertes, pero esperando mantener los casos graves en niveles manejables. Es un gran acto de equilibrio que requiere buena información en tiempo real, la cual es increíblemente escasa.

Idealmente, deberíamos dejar salir primero a las personas con menos probabilidades de infectarse, y con menor probabilidad de infectar a otros, y a aquellas con probabilidades más bajas de morir por COVID-19. La idea es alcanzar la inmunidad colectiva en los próximos 12 meses con el menor número posible de muertes por COVID-19 y el menor daño colateral. Es decir, nuestro objetivo es minimizar el daño total de esta pandemia.

¿Quién puede salir con mayor seguridad y reanudar el trabajo, la educación y las actividades de ocio? Las probabilidades relevantes tienen tres dimensiones principales: geográfica, demográfica y sectorial, e interactúan de manera complicada.

En este blog proporcionaremos evidencia empírica para informar estrategias para salir gradualmente de la cuarentena extremadamente estricta en Bolivia.

 

Variaciones geográficas en riesgo

Una vez que el virus llega a una nueva ubicación puede tener impactos muy diferentes, dependiendo de una variedad de factores. Si llega a una región escasamente poblada con personas jóvenes, sanas y bien informadas que practican una buena higiene, el virus se propagará lentamente y la gran mayoría de las personas infectadas probablemente tendrán síntomas leves o serán asintomáticas. Sin embargo, si el virus llega a un área densamente poblada con personas desnutridas y frágiles, que ya padecen de otras enfermedades y que no tienen acceso adecuado al agua, al jabón y un sistema de saneamiento (como un campo de refugiados), los impactos podrían ser devastadores.

En esta sección presentaremos un análisis a nivel municipal de las diferencias en el impacto probable de la llegada del SARS-CoV-2 a diferentes municipios de Bolivia. Consideramos varias docenas de indicadores potencialmente relevantes del Atlas Municipal de los ODS en Bolivia y los agrupamos en las siguientes tres amplias categorías:

 

  1. Riesgo de propagación rápida
    • Número de las carreteras principales que ingresan al municipio.
    • Centralidad de la migración (un índice que refleja con cuántos otros municipios cada municipio está conectado a través de la migración reciente)
    • Porcentaje de la población que vive en zonas urbanas.
    • Porcentaje de la población que vive en hogares con hacinamiento (más de 2 personas por habitación)
    • Intensidad del transporte público

 

  1. Situación subyacente de la salud
    • Nivel de obesidad
    • Nivel de desnutrición crónica.
    • Incidencias de Dengue, Chagas, Malaria, Tuberculosis y VIH
    • Porcentaje de población mayor a 60 años.

 

  1. Capacidad de respuesta
    • Cobertura de agua y saneamiento.
    • Cobertura de electricidad, telefonía e internet.
    • Porcentaje de la población que no habla español.
    • Desigualdad educativa
    • Capacidad de ejecución del presupuesto del gobierno local.
    • Inversión pública per cápita
    • Número de médicos por cada 10.000 habitantes.

 

Cada variable se convirtió en un índice de 0 a 100, y estos índices fueron agregados utilizando ponderaciones derivadas de un proceso de consulta en línea [1]. El Índice de Vulnerabilidad reportado en este blog utiliza los 15 indicadores que más del 50% de los participantes acordaron que tienen un fuerte efecto en la probabilidad de morir por COVID-19, y se le asignó la misma ponderación a cada uno de ellos. Los 15 indicadores elegidos se distribuyeron por igual entre los tres grupos y se destacan en cursiva en la lista anterior [2].

La Tabla 1 muestra el Índice de Vulnerabilidad para los 339 municipios de Bolivia clasificados desde el más hasta el menos vulnerable.

 

Tabla 1: Índice de vulnerabilidad a COVID-19 (basado en 15 indicadores)
Click en la imagen para agrandar

Fuente: Elaboración propia.
Nota: Las 9 capitales departamentales + El Alto están resaltadas en negrita.

 

El mapa 1 muestra la distribución espacial del mismo Indice de vulnerabilidad.

 

Mapa 1: Índice de vulnerabilidad al COVID-19 (basado en 15 indicadores)

Fuente: Elaboración propia.

 

Variaciones demográficas en el riesgo

Dentro de cada municipio existe una variación considerable en el riesgo entre los diferentes grupos de población.

De los estudios realizados en áreas que fueron infectadas de manera temprana por el SARS-CoV-2, está claro que las tasas de mortalidad por infección (IFR, por sus siglas en inglés) aumentan exponencialmente con la edad y son considerablemente más altas para los hombres que para las mujeres [3]. Además, las personas con uno o más problemas de salud subyacentes, especialmente hipertensión, obesidad y diabetes, tienen muchas más probabilidades de morir [4]. Tanto en Reino Unido como en los Estados Unidos, se han observado diferencias raciales en los IFR. Incluso después de controlar los factores socioeconómicos y laborales, las personas con piel más oscura tienen más probabilidades de morir que las personas con piel más clara [5], posiblemente debido a deficiencias de vitamina D que debilitan el sistema inmunitario [6]. Es poco probable que esto sea un factor significativo en Bolivia, siempre y cuando todos puedan salir al sol todos los días.

Afortunadamente, los niños rara vez se enferman gravemente por COVID-19. De más de 27 mil muertes por COVID-19 en Italia hasta la fecha, solo 3 eran menores de 18 años [7]. También hay alguna evidencia emergente de que los niños infectados tienen una capacidad más baja de transmisión del virus que los adultos [8]. Por lo tanto, muchos países están comenzando a reabrir las escuelas, incluyendo esfuerzos de lavado de manos y distanciamiento social, desinfección diaria y limpieza de superficies, además de un monitoreo cuidadoso de los resultados [9].

 

Variaciones sectoriales en riesgo

Para las personas con características demográficas similares dentro del mismo municipio, el riesgo variará según el tipo de actividades que realicen. En general, el trabajo solitario al aire libre es mucho menos riesgoso que el trabajo en interiores con exposición a muchas personas. Por lo tanto, la agricultura y la construcción son relativamente seguras, mientras que trabajar en un supermercado, un hospital o un consultorio dental son de alto riesgo [10]. Del mismo modo, las actividades de ocio al aire libre, como el senderismo/hiking, el golf o el tenis, son mucho más seguras que los deportes de equipo en interiores como el voleibol, el baloncesto o el handball. Los clubes nocturnos y bares de karaoke son ejemplos de lugares con riesgo de transmisión extremadamente altos.

Algunas actividades de alto riesgo son esenciales y deben permanecer funcionales incluso durante la cuarentena más estricta. En estos casos, es importante implementar medidas de bioseguridad para reducir el riesgo tanto como sea posible. El uso de mascarillas en supermercados, bancos y transporte público es una forma muy efectiva de prevenir la propagación del virus de personas asintomáticas a otras personas. El horario extendido de apertura y los horarios de trabajo escalonados reducen las aglomeraciones y facilitan el distanciamiento físico. Promover el cambio a servicios en línea y entrega a domicilio también es posible en muchos casos. Incluso muchos servicios médicos se han transformado con éxito y se han convertido en sistemas de telemedicina mucho más seguros y convenientes.

 

Recomendaciones para aflojar el confinamiento en Bolivia

Un confinamiento total y uniforme resulta ineficiente debido a las grandes variaciones geográficas, demográficas y sectoriales del riesgo de COVID-19. También es muy perjudicial para la salud mental, física y económica de las personas, y claramente insostenible.

Dado que es muy poco probable que una vacuna esté disponible a escala mundial hasta finales del próximo año, en el mejor de los casos [11], y dado que hemos fallado en erradicar el virus incluso después de 50 días del confinamiento más estricto que podría aplicarse en Bolivia, la única opción restante para superar esta pandemia es dejar que el virus atraviese a la mayoría de la población de forma controlada durante los próximos 12 a 24 meses [12].

Si levantamos todas las medidas de precaución, las tasas de infección se dispararán y terminaremos con muchas más muertes diarias de las que podemos manejar física y psicológicamente. En cambio, debemos continuar con las medidas de precaución racionales y llevar a cabo una reapertura gradual, comenzando por los municipios, los grupos demográficos y los sectores con el riesgo más bajo.

 

Nuestras recomendaciones para el futuro inmediato son las siguientes:

 

  1. En todas partes, debemos mantener las siguientes medidas simples para limitar la tasa de infección:
    • Evitar besos, abrazos o apretones de manos, excepto con su círculo más cercano de familiares y seres queridos;
    • No debe haber reuniones innecesarias que involucren a muchas personas, lo que significa que no se deberían llevar a cabo conciertos, reuniones religiosas, festivales, eventos deportivos, carnavales ni eventos de graduación.
    • Mantener una distancia de 2 metros de personas extrañas, interactuar con la menor cantidad de personas posible y usar un barbijo si tiene que estar cerca de ellos (en supermercados, transporte público, bancos, etc.);
    • Evitar tocar superficies potencialmente infectadas, y lavarse bien las manos en caso de hacerlo;
    • Trabajar y estudiar desde casa tanto como sea posible y limitar las interacciones a la menor cantidad posible de contactos diferentes.
    • Cuando no sea posible trabajar desde casa, intente trabajar en horarios flexibles y escalonados para reducir la ocupación máxima en los sistemas de transporte público y lugares de trabajo.
  1. En todas partes, se debe permitir el trabajo y las actividades de ocio al aire libre, siempre que sea posible mantener el distanciamiento físico. De hecho, se debe alentar a las personas a tomar aire fresco, luz solar y ejercicio moderado para optimizar su sistema inmunológico. Los barbijos no deberían ser obligatorios al hacer ejercicio al aire libre, ya que interfieren la oxigenación óptima de organismo.
  1. En la gran mayoría de los municipios, los niños pueden regresar a la escuela si hay instalaciones de higiene adecuadas. Sería más seguro si se cuenta con docentes mujeres, menores de 60 años y en condiciones de salud favorables. Los maestros con alto riesgo de una reacción grave a COVID-19 (hombres mayores con presión arterial alta, diabetes u otros factores de riesgo) no deben entrar en contacto con los niños. La OMS tiene pautas sobre cómo reducir el riesgo en las escuelas [13].
  1. En la gran mayoría de los municipios, gran parte de las tiendas pueden reabrir, siempre que los clientes puedan mantener un distanciamiento físico adecuado. Los riesgos serían más bajos si mujeres jóvenes atendieran en las tiendas. El horario de apertura debe ampliarse en lugar de reducirse, para reducir el hacinamiento.

 

Por otro lado, los municipios más vulnerables deben prepararse para un gran impacto de COVID-19. En todas las variaciones de nuestro Índice de Vulnerabilidad, Riberalta se destaca como el municipio más vulnerable de Bolivia. Es un gran municipio urbano (aproximadamente 100 mil habitantes) con muchas conexiones a otros municipios a través de la migración reciente, y proporciona servicios de salud para muchos municipios circundantes en los departamentos de Beni, La Paz y Pando. Sin embargo, tiene una cobertura muy baja de agua y saneamiento, y altos niveles de obesidad, desnutrición, Dengue, Malaria, Tuberculosis y VIH. Es una bomba de tiempo. Pero por alguna razón, el índice del gobierno no lo señala como de alto riesgo.

Finalmente, dado que esto llevará muchos meses, se debería aprovechar esta oportunidad para brindar cobertura universal de electricidad, telecomunicaciones y servicios en línea. Ahora es el momento para que AGETIC realmente avance con los servicios de gobierno electrónico.

Notas al pie:

[1] Ver la grabación del seminario web realizado el 6 de mayo de 2020 y este PDF de los resultados de las encuestas.

[2] Estamos trabajando en un documento de trabajo con muchos más detalles que incluye un análisis de sensibilidad, ya que hay muchas formas posibles de agregar los indicadores. Pero los resultados presentados aquí están altamente correlacionados con los otros índices agregados analizados.

[3] En Alemania, por ejemplo, la tasa de mortalidad de los hombres entre 50 y 80 años es al menos el doble de la tasa de mortalidad de las mujeres del mismo grupo de edad.  (https://www.statista.com/statistics/1105512/coronavirus-covid-19-deaths-by-gender-germany/). En Italia, España, China, Perú y Grecia, la diferencia de género es aún más pronunciada. (https://www.businessinsider.com/men-women-coronavirus-death-rates-by-country-worldwide-health-habits-2020-4)

[4] Ver, por ejemplo, Richardson, S., Hirsch, J. S., Narasimhan, M., et al. (2020). “Presenting Characteristics, Comorbidities, and Outcomes Among 5700 Patients Hospitalized with COVID-19 in the New York City Area.” JAMA. Publicado en línea el 22 de abril de 2020. doi:10.1001/jama.2020.6775 ( https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2765184)

[5] https://www.ons.gov.uk/peoplepopulationandcommunity/birthsdeathsandmarriages/deaths/articles/coronavirusrelateddeathsbyethnicgroupenglandandwales/2march2020to10april2020

[6] https://link.springer.com/article/10.1007/s40520-020-01570-8, https://www.bmj.com/content/356/bmj.i6583, https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3571484

[7] https://www.statista.com/statistics/1105061/coronavirus-deaths-by-region-in-italy/

[8] https://dontforgetthebubbles.com/evidence-summary-paediatric-covid-19-literature/

[9] https://www.sciencemag.org/news/2020/05/should-schools-reopen-kids-role-pandemic-still-mystery

[10] https://www.weforum.org/agenda/2020/04/occupations-highest-covid19-risk/

[11] Ver este artículo para una discusión de lo que se necesita para desarrollar, probar, producir y distribuir una nueva vacuna: https://unherd.com/2020/04/when-we-get-the-covid-19-vaccine/?tl_inbound=1&tl_groups[0]=18743&tl_period_type=3

[12] Ver https://www.sdsnbolivia.org/en/english-forty-days-of-quarantine-what-have-we-learned/.

[13] Ver https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/key-messages-and-actions-for-covid-19-prevention-and-control-in-schools-march-2020.pdf?sfvrsn=baf81d52_4

* Directora Ejecutiva, SDSN Bolivia

** Investigador Económico en el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales – Pontificia

Universidad Católica de Chile – CLAPES-UC.

*** Jefe de Energía, Medio Ambiente y Economía del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y

Sociales –Pontificia Universidad Católica de Chile – CLAPES-UC

 

Los puntos de vista expresados en este blog son responsabilidad de los autores y no reflejan la posición/es de las instituciones a las que pertenecen. Estas publicaciones forman parte del proyecto “Atlas municipal de los ODS en Bolivia”, el cual está siendo desarrollado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN) en Bolivia.

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