Emisiones de gases de efecto invernadero por consumo de carne vacuna en Bolivia

09 de agosto de 2022

A nivel mundial, los alimentos son responsables de alrededor del 26% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, o aproximadamente 14.000 millones de tCO2eq por año (Ritchie, 2019). Si dividimos este número por la población mundial actual de cerca de 8 mil millones de personas, encontramos que una persona promedio emite alrededor de 1,75 tCO2eq al año únicamente por comer (o tirar la comida).

Sin embargo, las emisiones de los alimentos dependen en gran medida de lo que uno come y de cómo se producen esos alimentos. La carne de res es ampliamente conocida como uno de los principales villanos (CDTM, 2021), y la carne de res que se produce al deforestar bosques en el Amazonas se encuentra entre las peores formas de producción (Cederberg et al., 2011).

En este artículo, calcularemos las emisiones promedio del consumo de carne vacuna en Bolivia durante el período 2001-2020.

En Bolivia, debido a la forma en que se produce, hay dos fuentes principales de emisiones de gases de efecto invernadero en la producción de carne de res: 1) Emisiones de metano de la fermentación entérica (el proceso digestivo del ganado) y 2) Emisiones de CO2 de la conversión de bosques en pastizales para el ganado.

Además, hay muchas fuentes diferentes de emisiones a lo largo de la cadena de suministro hasta que llega al consumidor final, desde la matanza, el procesamiento, el empaque, la refrigeración, el transporte y la cocción, pero estas son menores en comparación con las dos primeras y se ignorarán en este artículo.

Tanto las importaciones como las exportaciones de carne vacuna fueron insignificantes[1] en Bolivia hasta el 2020 (ITC, 2022), por lo que estas también serán ignoradas, y para efectos de los cálculos de emisiones supondremos que el consumo de carne vacuna en Bolivia es igual a la producción.

Emisiones de metano del ganado en Bolivia

Según la última comunicación de Bolivia a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), las emisiones de metano relacionadas con el ganado en 2008 ascendieron a 13,9 millones de tCO2eq (Estado Plurinacional de Bolivia, 2020). En ese año, Bolivia contaba con 7.786.802 cabezas de ganado (FAO, 2022), por lo que cada una de ellas emitía alrededor de 1,787 t CO2eq al año. Se puede suponer que, este factor es relativamente estable en el tiempo y el espacio, y nos permite calcular las emisiones anuales de metano del ganado en Bolivia como se indica en la Tabla 1.

Tabla 1: Ganado vacuno en Bolivia, producción de carne y emisiones de metano del ganado, 2001-2020

Año

Cabezas de ganado
(FAOSTAT)

Producción de carne de res (ton)
(FAOSTAT)

Emisiones de Metano del ganado
(millones tCO2eq)

2001

6.500.096

160.943

11,6

2002

6.673.475

164.551

11,9

2003

6.851.256

168.226

12,2

2004

7.033.582

172.000

12,6

2005

7.217.507

175.000

12,9

2006

7.409.002

200.000

13,2

2007

7.586.526

244.375

13,6

2008

7.786.802

248.680

13,9

2009

7.985.230

202.026

14,3

2010

8.189.786

202.347

14,6

2011

8.400.439

205.187

15,0

2012

8.620.784

212.595

15,4

2013

8.847.434

215.179

15,8

2014

8.798.354

224.651

15,7

2015

8.948.602

243.000

16,0

2016

9.119.000

252.000

16,3

2017

9.304.000

260.000

16,6

2018

9.556.000

268.000

17,1

2019

9.741.474

266.499

17,4

2020

10.142.680

276.447

18,1

 Promedio

(2001-2020)

8.235.601          

218.085       

14,7         

Fuente: Cálculos de los autores en base a datos de FAO (2022) y Estado Plurinacional de Bolivia (2020).

Emisiones de CO2 derivadas de la conversión de bosques en pastizales en Bolivia

Mucho más importantes que las emisiones de metano son las emisiones de los bosques que se quemaron para crear pastos para el ganado.[2]

Según Global Forest Watch (2022), de 2001 a 2021, Bolivia perdió 6,67 millones de hectáreas de cobertura boscosa, lo que provocó 3,01 Gt de emisiones de CO₂, o 451 tCO2/ha, en promedio. No todo esto es causado por la ganadería, pero una gran parte sí lo es. Según Müller et al. (2014), el 51,9% de la deforestación experimentada en Bolivia entre 2000 y 2010 fue causada directamente por la ganadería. No hay estudios detallados disponibles para el período 2010-2020, pero el número de cabezas de ganado ha aumentado más rápido que el área de tierras de cultivo durante la última década (FAO, 2022), por lo que no hay motivo para sospechar que la ganadería se ha convertido en un factor importante de deforestación en este último tiempo. Debido a la falta de información más detallada, supondremos que la ganadería es responsable del 50% de la deforestación en Bolivia, cada año durante las últimas dos décadas. La Tabla 2 presenta las emisiones de CO2 de la deforestación relacionada con el ganado, utilizando esta suposición simplificadora.

Tabla 2: Emisiones de CO2 por deforestación relacionada con la ganadería en Bolivia, 2001-2020

Año

Deforestación total anual
(hectáreas)

(Global Forest Watch)

Deforestación causada por la cría de ganado (50%)

Emisiones de CO2 de parte del ganado relacionados a la deforestación
(millones tCO2)

2001

          140.321

             70.161

31,6

2002

          178.808

             89.404

40,3

2003

          163.759

             81.880

36,9

2004

          203.251

           101.626

45,8

2005

          250.748

           125.374

56,5

2006

          216.314

           108.157

48,8

2007

          189.953

             94.977

42,8

2008

          369.851

           184.926

83,4

2009

          225.270

           112.635

50,8

2010

          451.759

           225.880

101,9

2011

          330.239

           165.120

74,5

2012

          273.544

           136.772

61,7

2013

          179.823

             89.912

40,6

2014

          256.901

           128.451

57,9

2015

          166.275

             83.138

37,5

2016

          470.601

           235.301

106,1

2017

          463.194

           231.597

104,5

2018

          301.856

           150.928

68,1

2019

          852.090

           426.045

192,1

2020

          429.780

           214.890

96,9

 Promedio (2001-2020)

           305.717

        152.858

          68,9

Fuente: Cálculos de los autores en base a datos de Global Forest Watch (2022).

Emisiones totales de gases de efecto invernadero por consumo de carne vacuna en Bolivia

La Tabla 3 resume las emisiones totales de gases de efecto invernadero provenientes de la ganadería y el consumo de carne vacuna en Bolivia entre el 2001 al 2020. Las emisiones provenientes del consumo de carne vacuna promediaron 384 kg de CO2eq por kg de carne producida/consumida.

Tabla 3: Emisiones totales de gases de efecto invernadero por ganadería y consumo de carne vacuna en Bolivia, 2001-2020

Año

Emisiones de Metano del ganado (millones tCO2eq)

Emisiones de CO2 del ganado relacionadas a la deforestación
(millones tCO2)

Emisiones totales de gases de efecto invernadero del consumo de carne de res en Bolivia

(millones tCO2)

Emisiones de gases de efecto invernadero por kilo de consumo de carne de res (kg CO2eq/kg)

2001

11,6

31,6

43,3

269

2002

11,9

40,3

52,2

318

2003

12,2

36,9

49,2

292

2004

12,6

45,8

58,4

340

2005

12,9

56,5

69,4

397

2006

13,2

48,8

62,0

310

2007

13,6

42,8

56,4

231

2008

13,9

83,4

97,3

391

2009

14,3

50,8

65,1

322

2010

14,6

101,9

116,5

576

2011

15,0

74,5

89,5

436

2012

15,4

61,7

77,1

363

2013

15,8

40,6

56,4

262

2014

15,7

57,9

73,7

328

2015

16,0

37,5

53,5

220

2016

16,3

106,1

122,4

486

2017

16,6

104,5

121,1

466

2018

17,1

68,1

85,1

318

2019

17,4

192,1

209,6

786

2020

18,1

96,9

115,0

416

 Promedio

(2001-2020)

 

 

          

384

Fuente: Cálculos de los autores en base a datos de FAO (2022), Estado Plurinacional de Bolivia (2020), Müller et al. (2014), y Global Forest Watch (2022). 

 Las emisiones de carne boliviana en perspectiva

La Figura 1 muestra que la intensidad de las emisiones de la carne de res en Bolivia es casi 4 veces mayor que la intensidad de emisiones promedio del consumo de carne de res a nivel mundial, principalmente porque la carne boliviana está asociada con mucha deforestación (en promedio, 0,7 hectáreas de deforestación por tonelada de carne de res).

La figura también muestra la intensidad de las emisiones promedio de otros productos alimenticios. Estos son promedios globales, pero probablemente no son muy diferentes en Bolivia. Por lo tanto, comer 1 kg de carne de res en Bolivia provoca 39 veces más gases de efecto invernadero comparado con el consumo de  1 kg de pollo, y 767 veces más comparado con comer 1 kg de papas.

Figura 1: Emisiones de gases de efecto invernadero por kg de producto alimenticio (kg CO2eq/kg)

Fuente: Elaboración de los autores usando datos de Ritchie & Roser (2021) y estimaciones propias de la Tabla 3.

En 2020, los bolivianos y las bolivianas consumieron en promedio 23 kg de carne de res por persona, frente a los 10 kg consumidos por persona en el año 1961 (FAO, 2022). Esto significa que, una persona promedio en Bolivia ahora emite anualmente 8,9 toneladas de CO2eq solo por comer carne de res.

Para poner este número en perspectiva, considere que el promedio de emisiones per cápita en el mundo de todas las fuentes es de alrededor de 5 tCO2eq/persona/año. Otra comparación, comer 100 gramos de carne de res en Bolivia equivale a conducir 213 km en un auto particular.[3]

Un vegetariano en Bolivia podría viajar a un crucero por el Caribe 5 veces al año (incluidos los vuelos desde y hacia Miami) y aun así no generar tantas emisiones de gases de efecto invernadero comparado con una persona que come 100 gramos de carne de res todos los días durante un año.[4]

Recomendaciones

Hay dos opciones principales para reducir las emisiones extremadamente altas de Bolivia provenientes de la ganadería y el consumo de carne de res: 1) Consumir menos carne de res, y/o 2) Producir carne de res sin causar deforestación.

Una de las opciones está en manos de los consumidores y la otra está en manos de los productores. Ambos parecen cambios relativamente fáciles de implementar para individuos y empresas, pero sin incentivos para hacerlo, probablemente no sucederá ninguno. Los cambios tanto en los patrones de consumo como los de producción serían facilitados en gran medida por una política pública que desalentara fuertemente la deforestación.

Desafortunadamente, la política pública parece ir en la dirección opuesta, con planes de expandir la producción de carne vacuna, así como la exportación a otros países de carne alta en emisiones (Fundación Solón, 2021) como la que producimos. Desde el punto de vista ambiental, se trata de la peor opción posible para reemplazar los ingresos de exportación de gas natural cada vez más reducidos.

Una opción potencialmente mucho mejor sería aprovechar la oportunidad de recibir una compensación por la reducción de la deforestación (varios miles de dólares por hectárea, si se negocia bien) y usar esos fondos para poner a Bolivia en un camino de desarrollo más sostenible, aprovechando nuestra espectacular naturaleza y recursos culturales sin destruirlos.

Referencias

Castillo, S. (2017). How much carbon does cruise ship tourism emit?. Griffith Institute for Tourism Insights. https://blogs.griffith.edu.au/institute-for-tourism/how-much-carbon-does-cruise-ship-tourism-emit/

CDTM – The Center for Digital Technology and Management. (2021). Holy Cow! The environmental cost of your food choice. https://www.cdtm.de/2021/07/20/environmental-cost-food-choice/

Cederberg, C., Persson, U. M., Neovius, K., Molander, S., & Clift, R. (2011). Including carbon emissions from deforestation in the carbon footprint of Brazilian beef. https://pubs.acs.org/doi/10.1021/es103240z

C Level. (s.f.). Flight Carbon Calculator. https://www.clevel.co.uk/flight-carbon-calculator/#s-two

Estado Plurinacional de Bolivia (2020). Tercera Comunicación Nacional de Estado Plurinacional de Bolivia. Ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Ministerio de Medio Ambiente y Agua y Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra. https://unfccc.int/sites/default/files/resource/NC3%20Bolivia.pdf

FAO – Food and Agriculture Organization of the United Nations. (2022). Data sets, Crops and livestock products. https://www.fao.org/faostat/en/#data/QCL

Fundación Solón (2021). El cuento chino de la exportación de carne boliviana. https://fundacionsolon.org/2021/10/04/el-cuento-chino-de-la-exportacion-de-carne-boliviana/

Global Forest Watch, (2021). Bolivia, Cambio Forestal. https://www.globalforestwatch.org/dashboards/country/BOL/

IDAE, (s.f.). Consumo y emisiones de CO2. https://coches.idae.es/consumo-de-carburante-y-emisiones

Ministry of Rural Development and Lands (2013). Boletín informativo carne de res. https://siip.produccion.gob.bo/noticias/files/123_0406201472doc_07CARNDE%20DE%20RES.pdf

Müller, R., Pacheco, P., & Montero, J. C. (2014). El contexto de la deforestación y degradación de los bosques en Bolivia: Causas, actores e instituciones (Vol. 100). CIFOR. https://pdfs.semanticscholar.org/262f/bddd315cf882789e751cd12bf2addda1b25e.pdf

My Climate – Shape our future. (s.f.). Offset your flight emissions!. https://co2.myclimate.org/en/flight_calculators/new

Ritchie, H. (2019). Food production is responsible for one-quarter of the world’s greenhouse gas emissions. Our World in Data. https://ourworldindata.org/food-ghg-emissions 

Ritchie, H., & Roser, M. (2019).  Meat and Dairy Production. Our World in Data. https://ourworldindata.org/meat-production

Ritchie, H., & Roser, M. (2019).  Environmental Impacts of Food Production. Our World in Data. https://ourworldindata.org/environmental-impacts-of-food

ITC – International Trade Center (2022). TRADE MAP. https://www.trademap.org/Index.aspx

 

[1] Si consideramos tanto las exportaciones como las importaciones de carne vacuna, la cantidad promedio de consumo de carne por persona (kg/año), varía de 21,0 a 20,9, un cambio insignificante.

[2] Esto no solo libera el carbono almacenado en la biomasa forestal, sino que también evita la absorción de nuevas emisiones de CO₂. Además, tiene impacto en la pérdida de biodiversidad, la variación del ciclo hidrológico, el clima local, entre otros.

[3] Conducir un coche durante 100 km genera aproximadamente 18,5 kilos de CO2 (IDAE, s.f.). Esto significa que si una persona recorre 100 km al día durante un año, sus emisiones por el uso de su vehículo privado alcanzarían los 6.738 kg de CO2. En comparación, 100 gramos de carne producen 39,3 kg de CO2eq, lo que implica que, si una persona consume 100 gramos de carne de res al día, la emisión para un año sería equivalente a 14.345 kg de CO2eq solo por el consumo de carne.

[4] Las emisiones promedio de un viaje en avión de ida y vuelta de Santa Cruz a Miami corresponden a 1,6 toneladas de CO2 por pasajero (C Level, s.f.; My Climate, s.f). Por otro lado, las emisiones promedio de un crucero en el Caribe durante una semana corresponden a 0,83 toneladas por persona (Castillo, 2017). Haciendo un total de 2.420 kg de CO2. Comer 100 gramos de carne de vacuno al día durante un año (14.345 CO2eq) emite 5,9 veces más emisiones de gases de efecto invernadero que el vuelo de ida y vuelta y el crucero.

Accede al análisis interactivo de los datos realizado por Mauricio Foronda.

Análisis

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *