Por: Andrea Fossati
28 de octubre de 2024
La Paz, Bolivia
El destino Rurrenabaque-Madidi-Pampas mostró, durante cinco días, los nuevos productos turísticos que ha creado con un enfoque en equidad de género y sostenibilidad. El objetivo fue recibir retroalimentación y apoyo de la delegación invitada para fortalecer a las comunidades e impulsar el turismo y la conservación de sus áreas protegidas.
Delegación de turismo sostenible junto a la comunidad Aguayzal, Consejo de turismo sostenible, Gobernación de Beni y Green Destinations
Maritza La Torre, presidenta del Consejo de Turismo Sostenible de Rurrenabaque, y Verónica Zambrana, representante de Green Destinations en Bolivia lideraron la organización de la visita del equipo conformado por: Vivian Ari y Luz María Palie, de Eco Verde Mujeres; Helga Cisneros Flores, presidenta de la Cámara Hotelera de La Paz; Mariko Watanabe, oficial de Programas de JICA – BOLIVIA; Lykke E. Andersen, directora ejecutiva, junto con Daniela Cubas, directora de Proyectos de SDSN Bolivia; y Kamila Nina como viajera joven e independiente. Parte de este equipo realizó una primera acción conjunta el año pasado, viajando de intercambio a Costa Rica para aprender sobre las prácticas y políticas aplicadas de un destino sostenible.
Delegación llegando a destino Rurrenabaque Madidi Pampas.
El equipo pudo experimentar varios nuevos emprendimientos y rutas turísticas. La primera visita fue al emprendimiento de turismo comunitario Tacana El Mirador de Carmen Florida, ubicado en la Reserva de la Biosfera y Tierra Comunitaria de Origen Pilón Lajas a 20 minutos de Rurrenabaque. Este emprendimiento comenzó sus actividades hace tres años, ofreciendo a los visitantes la degustación de platos tradicionales como el pescado a la tacuara y el pescado envuelto en hojas de patujú o plátano, acompañado de chicha de maíz. Además, se puede vivir la experiencia de ver danzas típicas, así como realizar trekking por el área protegida, lo que permite conocer la producción de yuca, caña, frutas y más, todas consumidas por la comunidad.
Emprendimiento de turismo comunitario Tacana Carmen Florida
Otro punto clave fue la Ruta de la Mujer Tacana, recientemente reconocida dentro del Top 100 de Green Destinations por su enfoque en empoderamiento indígena, conservación y turismo sostenible. Esta ruta resalta el rol crucial de las mujeres indígenas en la conservación de la Amazonía boliviana y la promoción de sus emprendimientos, vinculando el turismo con la preservación cultural. Actualmente, la ruta está en proceso de consolidación bajo el liderazgo del Consejo Indígena de Mujeres Tacanas (CIMTA), con el apoyo del Consejo Indígena del Pueblo Tacana (CIPTA). Entre los emprendimientos destacan Achilata, liderado por 11 mujeres de Altamarani, quienes elaboran harina de plátano, y Tumi (Motacú), gestionado por mujeres de la comunidad de Tres Hermanos, quienes producen jabones y aceites medicinales con recursos recolectados del bosque circundante. “Estamos buscando alternativas para adaptarnos al cambio climático y cuidar la reserva de la tala indiscriminada de árboles, la minería y el avasallamiento. Creemos que es importante la concientización para conservar las áreas protegidas; todos debemos ayudar a la conservación”, mencionó Berónica Marupa, presidenta del Consejo Indígena de las Mujeres Tacana.
Ruta de la Mujer Tacana
También se visitó el Ecoalbergue de Don Silverio Bozo, dueño de Escorpión Travels, con 15 años de trayectoria. Este albergue ofrece una experiencia de pernoctar en la selva, junto con caminatas guiadas para apreciar la diversidad de árboles y conocer sus usos medicinales y maderables.
Otro de los destinos visitados fue Santa Rosa de Yacuma, donde se navegó por el río Yacuma, aprovechando la subida del nivel del agua tras una intensa lluvia que permitió la navegación. Durante el recorrido, se pudo observar la rica biodiversidad del lugar. Asimismo, se visitó el Ecoalbergue Aguaysal, una inversión de la Gobernación del Beni que opera en colaboración con la comunidad Aguayzal. Este ecoalbergue ofrece una experiencia única, destacando la presencia del mono Lucachi, una especie endémica. Además, los visitantes pueden disfrutar de una ambrosía típica del lugar, realizar paseos a caballo por los humedales y compartir un desayuno tradicional con la comunidad.
“El turismo, cuando se gestiona de manera sostenible y comunitaria, es un poderoso motor de desarrollo que genera beneficios directos para las comunidades y fomenta la conservación de su patrimonio natural y cultural. En SDSN Bolivia, hemos trabajado para demostrar que el turismo no solo trae ingresos, sino que también impulsa el fortalecimiento de las identidades locales y la protección de los recursos naturales. Las áreas protegidas y los proyectos de turismo comunitario como los de Rurrenabaque no solo conservan la biodiversidad y el entorno, sino que además son clave para el desarrollo sostenible en Bolivia. Este tipo de turismo, liderado por las mismas comunidades, ofrece una experiencia auténtica y única para los visitantes, al tiempo que genera beneficios sociales y ambientales. Es un modelo que muestra que la conservación y el desarrollo van de la mano cuando se priorizan los derechos y el bienestar de las personas que protegen y dependen de estos territorios.” Expresó, Lykke Andersen, Directora Ejecutiva de SDNS Bolivia.
Otros datos importantes
Los guardaparques del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) Madidi explicaron la relevancia ambiental de esta área protegida, destacando su papel crucial en el ciclo del agua, la conservación de la flora y fauna, y la oxigenación del entorno. Madidi alberga una impresionante biodiversidad, incluyendo 1,028 especies de aves, lo que representa el 70% de las aves de Bolivia y el 11% de las aves del mundo, convirtiéndolo en un destino clave para el turismo de naturaleza. “La importancia del Parque Madidi y sus funciones ambientales incluyen, proveer agua dulce, y conservar flora y fauna para el turismo”, dijo Sixto Tito, guardaparque del Parque Nacional Madidi.
El Consejo de Turismo Sostenible del Destino demuestra liderazgo en turismo, teniendo la capacidad de convocar y coordinar con actores públicos, privados y comunitarios para trabajar conjuntamente en la conservación de las áreas protegidas, siendo este el principal atractivo turístico de la región
Existe una alta participación de las mujeres en los emprendimientos locales, lo que permite reconocerlas como guardianas de la cultura y de las áreas que habitan. Es urgente reforzar los esfuerzos para combatir los incendios que afectan al destino, ya que estos no solo comprometen la provisión de agua, sino que también agravan la prolongación de la temporada de sequía, limitando el trabajo en turismo.
«Declarando área protegida, el municipio tiene la obligación de asignar un presupuesto para guardaparques y jefes de protección del área, quienes deben supervisar el manejo y la protección del lugar. Quien no conoce su territorio y su casa cobra lo que sea, pero quien sí los conoce sabe el valor y el potencial que tienen”, explicó Alejandro Gil, guía de turismo en Pampas de Yacuma.